¡Hola! Soy Patricia Aleix
Cuando uno decide dejar atrás la cosmética tradicional en busca de productos más respetuosos con la piel, con el medio ambiente y cruelty free, se introduce en un nicho de mercado donde lo artesanal, la calidad en la materia prima, el INCI o los materiales del packaging se convierten en el principal reclamo.
Llevo ya una década buscando la crema perfecta para mi piel en este pequeño segmento de mercado que cada vez va ganando más popularidad. Y es que aunque los aromas o perfumes artificiales fueran dejando paso a olores naturales a lavanda, a tomillo, a caléndula y despertaran en mí sensaciones desconocidas hasta el momento, lo cierto es que para pieles maduras como la mía, lo artesanal perdía fuerza cuando de eficacia se trataba.
Pero lejos de tirar la toalla, seguía buscando. Cuando una abandona la cosmética convencional, y se compromete con los valores que representa la cosmética ecológica, vegana y natural, es difícil volver atrás por mucho que se añore ese efecto FLASH al aplicarse una ampollita.
Tras unos años de búsqueda y viajes fuera de España, descubrí marcas ecológicas, libres de todos los «sin» e INCIS con materias primas potentes, cuya innovación tecnológica empezaba a asemejarse a las marcas tradicionales de gama alta. La cosa empezó a ponerse interesante, mi piel parecía que volvía a la vida.
Y de repente llegó el FRESCOR de Ringana. Un concepto totalmente desconocido en el área cosmética. Materias primas recién recolectadas altamente biodisponibles, que gracias a la tecnología más avanzada, estrictos estándares de calidad, producciones cortas pero sobretodo una distribución rápida en la que solo pasa una semana desde su producción a que te llega a casa el producto, convierten sus productos en la revolución de la cosmética natural, ecológica y respetuosa.
Y es así, el secreto de Ringana no radica en su potente INCI 100% sustancia activa, que de por sí ya es brutal. No. Su secreto es el frescor de la materia prima una vez que te lo aplicas en la piel. Y es que no es lo mismo, aplicarse el jugo de aloe vera recién recolectado, o el aceite de sésamo o de cáñamo, o cualquier otro ingrediente, que aplicarlos pasados unos meses, por muchos conservantes que les acompañen.
Y no es mi piel la única que se ha dejado conquistar por esta maravillosa marca austríaca. Una marca que lleva 25 años en el mercado con una tasa de repetición del 70% equivale a muchas pieles ya conquistadas.
Te invito a que descubras por ti mismo lo que el FRESCOR de Ringana puede hacer en tu piel.
Y si necesitas que te asesore en cuál es el mejor producto para tu piel, no dudes en escribirme.
Puedes encontrarme en Instagram @saludableconpatri
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