La dermatitis atópica, la piel del bebé y el otoño

Cualquier madre lo sabe. Al llegar el frío del otoño —y también, del invierno— el bebé afectado por dermatitis atópica, lo pasa realmente mal. Es una enfermedad crónica de la piel que se manifiesta por brotes y cuyos principales síntomas son enrojecimiento de la piel e intensos picores.

Pero, ¿qué provoca la aparición de estos brotes? Según explicación de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), el principal motivo de la aparición de estos episodios es que “los cambios bruscos de temperatura provocan sequedad en la piel. Este es el motivo, por el cual, es muy importante conservar la integridad de la barrera cutánea frente a la agresión de agentes externos”.

  • El ambiente más húmedo propio del otoño, además del contacto directo de la piel del bebé con tejidos como la lana, agravan los efectos de la dermatitis atópica.

La dermatitis atópica no es exclusiva de los niños, pero…

La dermatitis atópica —también llamada eccema atópico— no es una enfermedad que afecte solo a los niños. También se da en adultos. Sin embargo, es durante los primeros años de la vida de la persona cuando más ocurre… como bien saben tanto los pediatras como los padres y madres de recién nacidos.

Algunos datos: según la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), el 60% de los pacientes con dermatitis atópica viven su primer brote antes de cumplir un año de vida; el 85%, en los primeros 5 años y solo un 10% después de cumplidos los 7 años.

Otra circunstancia propia de esta enfermedad es que parece estar especialmente asociada al modo de vida de Occidente. Y es que, según estudios también proporcionados por SEPEAP, la incidencia de la dermatitis atópica en los países desarrollados, entre el total de la población mundial, es del 15%, frente al 5% de los países en vías de desarrollo. Además,  también hay que subrayar que las cifras son más altas en núcleos urbanos con un alto nivel de vida.

La dermatitis atópica, la piel del bebé y el otoño-mujer rascándose la piel
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No afecta por igual al lactante que al niño

 ¿Y afecta la dermatitis atópica a todos los niños por igual? Pues tampoco. Más del 50% de los casos de dermatitis atópica dejan de manifestarse antes de llegar a la adolescencia. De todos modos, esta enfermedad, al tener un origen genético, nunca desaparece. Mercedes Escarrer Jaume, doctora experta en alergia y neumología infantil, explica las razones de esta diferencia, en la afectación de la enfermedad, entre bebés y niños:

“En primer lugar, la piel de un lactante es, aproximadamente, un 30% más fina que la de un niño. Esto hace que sea más delicada y sensible y, por lo tanto, más propensa a las irritaciones. Pero existen otros motivos. Por un lado, el pH de la piel de un lactante es algo más básica que la de un niño, y también es más vulnerable. Además, la piel de un bebé no tiene suficiente melanina para protegerse de los rayos solares, y carece de la madurez necesaria para retener la humedad y regular su temperatura. También es pobre en ácidos grasos… Todos estos factores en bebés que padecen dermatitis atópica hacen necesaria la aplicación de cuidados especiales que reduzcan las molestias, el rascado por parte del lactante y, en consecuencia, el peligro de que la lesión se sobre infecte”.

Rutinas en el cuidado diario

La doctora Escarrer Jaume resalta la importancia de las rutinas diarias para proteger la piel del bebé. “Es algo que hay que hacer, tanto por higiene como para proporcionar protección y reparación a la piel. De esta manera, es probable que consigamos alargar el tiempo transcurrido entre brotes”.  En este sentido, en los últimos años y a través de la investigación, la ciencia ha conseguido avances significativos. Principalmente en cremas emolientes capaces de aportar lípidos muy parecidos a los que podrían hallarse en una piel sana. Estas sustancias contribuyen, muy decisivamente, a la mejora del equilibrio de la barrera cutánea. Uno de los últimos hitos ha sido la crema neurocosmética Nocisens Baby. Está específicamente diseñada para el cuidado de la piel sensible de bebés y niños menores de 36 meses. La patente pertenece al laboratorio Prospera Biotech, una empresa derivada de la Universidad Miguel Hernández de Elche.

Un enfoque innovador para combatir la dermatitis atópica

Nocisens Baby nace de un tratamiento absolutamente novedoso. Tal y como explica Marta García, directora general de Prospera Biotech “Nocisens Baby actúa sobre las terminaciones nerviosas epidérmicas de la piel del bebé, restableciendo su equilibrio y logrando fortalecer la barrera cutánea”. García, biotecnóloga, doctora en Biomedicina e investigadora en el campo de la oncología, explica que la solución “consigue calmar y suavizar los picores propios de la dermatitis atópica”.

Con respecto a por qué unas pieles reaccionan de forma distinta a otras, frente a la agresión de los mismos agentes, la doctora Marta García explica el motivo: “En pieles sanas, estás reacciones surgen al estar en contacto con agentes nocivos para la piel. Por el contrario, en lo que conocemos como pieles sensibles, está hiperactivación del sistema neurosensorial aparece como respuesta a estímulos cotidianos como cambios de temperatura o el contacto con tejidos y cosméticos”.

Directamente sobre el foco del picor

Nocisens Baby  es una formulación de fácil aplicación y absorción. La doctora Marta García señala que “después de tratar la piel del lactante con Nocisens Baby, la piel queda correctamente hidratada y con una textura suave. Además, los principios activos presentes en la pomada actúan directamente sobre la piel, calmando los terminales nociceptores (terminales nerviosos epidérmicos), foco de las molestias”.

Si estás embarazada o has sido madre recientemente, en este artículo te contamos más sobre la importancia de la nutrición del bebé.

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