Los ocho doctores
Muchos autores de libros y creadores de teorías de autoayuda, proclaman el amor hacia los demás y hacia uno mismo, debido a que es la base para poder conseguir una buena salud física y mental.
La mala interpretación de los mismos puede conllevar a que algunas personas terminen rechazando todo lo negativo que exista en su entorno o en sí mismo. Entran en una búsqueda de solo lo positivo y ponen distancia con lo que consideran negativo.
El Dr. Jean-Romain Michaux, en su libro “Los 8 Doctores” hace un planteamiento totalmente diferente. Estos 8 doctores, según el Doctor, son el amor, la gratitud, el agua, la respiración, el ejercicio físico, el sol, la alimentación y el descanso. Estos 8 doctores influyen tanto en nuestra salud física y mental.
En su libro, el doctor explica que cuando se halaga o apoya a alguien, el cerebro genera dopamina y oxitocina, provocando una sensación agradable que les puede hacer adictos. “Y el peligro es que cuanto más adicto a ser halagado, más odias ser criticado”, afirma.
Hay algo muy cierto. A la mayoría de las personas no les gusta que les critiquen.
Nos sugiere un ejemplo muy singular:
«¿Cuál es la diferencia entre en un carbón y un diamante?
En sustancia son iguales, se diferencian por su existencia.
El diamante ha sufrido muchísima más presión que el carbón. Y es el estrés que da a esta mineralogía brillante una resistencia muy potente. Por lo tanto, cada vez que rechazamos la presión y la dificultad, buscando la felicidad y el confort, nos quedamos en carbón”.
Según esta teoría del Dr. Jean-Romain, las personas quieren que siempre les apoyen en todo, pero necesitamos de los obstáculos y la crítica de los demás para poder evolucionar.
Explica en su libro “la evolución de cada especie o de cada parte de nuestro universo ocurre en el punto de equilibrio entre dos extremos”.
Las emociones que sentimos y que definimos como “negativas” forman parte de nuestro propio ser y existen por algo o para algo. Según el Doctor, son un sistema de alarma de nuestra mente. Gracias a ellas tomamos conciencia de que nos estamos mintiendo.
“Debemos amar la vida por lo que es: Un equilibrio de todos los opuestos. En ese momento podemos seguir con nuestra evolución”.