Estricto
Apasionado
Vulnerable
Así se define David Deibis
David Deibis: maquillador y creativo en peluquería desde hace 28 años.
David Deibis nunca pensó en dedicarse al maquillaje, no fue iniciativa de él, no estuvo dentro de sus planes.
¿Cómo te diste cuenta que querías hacer esta transformación hacia el maquillaje?
Yo no había estudiado maquillaje, estudié publicidad y marketing, por cuestiones del prejuicio y porque mis padres hicieron un esfuerzo e inversión en mí, yo mismo me devaluaba. Haciendo de becario en una agencia de modelos, el presidente de dicha agencia fue quien tuvo la idea. Un día me dijo de jugar y crear maquillaje. El culpable y el maestro de ser quien soy maquillando, es Luigi Ratino. Pasé de ser bróker del departamento femenino a maquillar a las modelos para las campañas y castings.
“Me despierto y duermo feliz porque sé que brindo belleza. Creo que es un poco la magia con la que nací”.
¿Cómo llegaste a trabajar con marcas tan reconocidas como Channel, Versace y personajes tan reconocidos como Nicole Kidman o Salma Hayek?
La evolución mía como maquillador empieza en esa agencia de modelos. La gente de Versace de Milano lanzaban por primera vez la primera línea de maquillaje de Gianni. Era un poco Miss Venezuela, muy Drag Queen, mucho exceso. Yo como bróker nunca supuse que el plan maestro de mi jefe (Luigi Retino) que, hacia parte del casting de maquilladores profesionales, era filtrarme allí. Para mí fue una sorpresa y por fortuna, yo era el único del grupo que manejaba el italiano y el más joven.
Ellos, además, necesitaban una persona nueva, joven para formar, así que empecé de ser nada, al maquillador internacional de Gianni Versace. Viví historias con él, le conocí personalmente durante cuatro años de carrera. Compartí cosas personalmente con él. De hecho, en su último desfile yo estaba en Miami en el momento de su trágico fallecimiento. Después de esto, se desmorona para mí el mito Versace como profesional y paso a las filas de Channel para EE. UU., contratado desde Francia, para ser el maquillador artístico en distintas áreas de los EE. UU. Lo que catapultó mi carrera, fue el spot publicitario de Channel nº5 con Nicole Kidman. El spot se empezaba a rodar en L.A y su maquillador tenía un problema delicado de salud y yo estaba allí. Me tocó ser el maquillador para el spot.
“No creo en la suerte, pero estaba en el momento oportuno en el sitio oportuno”.
Has vivido en varios países. ¿Qué es lo que te ha enamorado de España?
Actualmente resido en España. Nada de lo que ha sucedido en mi vida lo he buscado, ni profesional, ni personalmente. Aunque suene algo cursi y a telenovela venezolana vine a España por amor. Tenía una relación con mi pareja que tiene raíces españolas. Un día me propuso matrimonio y yo acepté. Quería hacer ancla en un país, quería tener un hogar, me iba a casar. Necesitábamos un país y una ciudad donde envejecer y donde hubiese calidad de vida. De todos los países en los que viajamos juntos y en donde yo viví, cuando llegué a Madrid dije: ¡esto es perfecto! Veía los semáforos, las rampas, como estaba construido arquitectónicamente y le dije a mi marido: “Aquí vamos a envejecer estupendamente”. Así que tomamos por asalto a Madrid.
“En España creo que he tenido un trabajo maravilloso, calidad de vida increíble y me considero un hombre afortunado”.
¿Crees que le han acogido bien los españoles? ¿Cuál es tu esencia que los enamoras y los atrapas?
España tiene cosas maravillosas. He sido afortunado porque calé desde el primer día aquí. Llegué un viernes y ya el lunes estaba trabajando. Sacrificas muchas cosas. El ego es lo que más te duele, dejas el ego de 22 años en América para venir a Europa a ser nadie y empezar desde cero. Mi pensamiento era ir a mostrar a las agencias de maquilladores mi portafolio.
“Mi primer trabajo público fue la boda de un gran amigo, el venezolano Carlos Baute, quién salió en la portada de HOLA. Eso me abrió muchas puertas en España porque aquí todo el mundo quería saber quién fue el maquillador de Astrid KLisans, la esposa de Carlos Baute”.
Hace poco te vimos participando en la boda de la Dra. Carla Barber. ¿Qué tal fue esa experiencia?
La viví en persona y no como maquillador, ni peluquero de ella. Carla es amiga mía hace 8 años. Desde el inicio de los preparativos de su boda, estuve con ella, miramos juntos la parte de la estética de novia, vestidos de novia, pruebas de peinados, los rituales y lo que suele llevar una novia. Fue maravilloso vivir con ella ese momento desde cero, maquillarla, peinarla, sentí que se casaba una hermana.
Como anécdota, ella llegó al sitio a casarse y yo estaba en mi habitación y me dijo “David tienes que bajar se me ha olvidado el ramo, el velo lo dejé tirado en otro lugar”. Esas cosas divertidas las viví de principio a fin. Carla es más que un médico, es más que la Miss España.
“Carla es una persona que, como yo, hemos hecho de nuestro nombre una marca. Somos rápidos para producir con nuestro nombre una marca”.
Hablando de marcas, has sacado una nueva marca de pinceles, ¿cómo te ha ido?
Maravillosamente. La idea fue de mi hermana mayor. Era un riesgo, tenía que hacer una inversión muy grande y ver como resultaba. A estas alturas de mi vida, yo ya no juego con nada y estuve tres años probando proveedores, fabricantes, midiendo la calidad del pelo, la calidad de la madera, que cuando se te caiga un pincel, no se te parta, mil historias. Luego, estuve reciclando ideas y me fui a París y allí encontré a mi proveedor.
Hoy en día tengo esas diez varitas mágicas que son diseñadas en pelo blanco natural, quería hacer algo distinto. La parte más delicada era poder lavarlas sin mancharse, debido a que las brochas son de pelo blanco. En un momento dudé, pero creo que ha funcionado muy bien porque tengo gente que le gusta mi trabajo, gente que personalmente me quiere, me sigue, pero otra cosa es vender tu producto. Ni siquiera he hecho un catálogo de venta de mis pinceles y hasta ahora hemos ido por la segunda vuelta de impresión de pinceles, ha sido un exitazo. Para mayo, llegamos con la tercera impresión.
“Con Donald Trump nos une la sana ambición, nos une la frivolidad con inteligencia, siempre y cuando tengas una base para hacerlo. Nos une el tener sueños, que trabajé para él, para el Miss Universo y fue una experiencia maravillosa”.
Ahora estás lanzando un libro “Las mujeres de mi vida”, ¿cómo surge la idea de escribir el libro y quiénes son esas mujeres que te han inspirado?
La idea no es mía, es de una persona que ya falleció. Me emociono un poco, porque hay gente que no está en tu vida para disfrutar de los triunfos. Nace en Venezuela y la idea comienza porque he vivido en muchos países, he estado con muchas mujeres importantes (Nicole Kidman, Salma Hayek), actrices, celebrities, pero también mujeres del día a día que me han dejado experiencias y enseñanzas estupendas, entonces dije tengo todas las famosas en América y voy a hacer de esto un libro y contar todas las experiencias.
“Boris Izaguirre que es un amigo maravilloso mío, me dijo, “este no es tu momento, espérate, tienes muchas cosas por vivir”. Esto fue hace diez años. El momento es ahora y Boris tenía razón”.
¿Qué crees que han descubierto las celebrities o personajes importantes en ti?
Las mujeres que en general confían en mí, que pueda entrar en sus casas, en sus mundos, no es porque tienen al mejor maquillador y peluquero, eso es mentira, lo digo con toda honestidad, porque hay gente maravillosa y mejor que yo. Creo que la fórmula de mi humilde éxito es la personalidad.
Ellas buscan, desde una celebrite, hasta la chica que vende en el supermercado que quiere que la maquille el día de su boda, están buscando una persona que sea discreta, que respete su intimidad, que tenga el saber estar, desde tu tono de voz, lo que tienes que decir o no, el saber estar como persona. Creo que eso no se aprende, la gente nace o no con ello.
Creo que soy un hombre muy afortunado. Ahora mismo tengo todo lo que en los cánones como maquillador, en nuestro rubro podemos tener, una marca, una historia.
¿Qué le falta a David Deibis por hacer?
Me faltaba algo que descubrí hace poco que era el ser director creativo de alguna casa internacional de maquillaje. Creo que era el punto que me hacía falta, pero ya llegó.
¿Qué proyectos tiene David Deibis a futuro?
No puedo hablar de la marca, pero solo puedo decir que es una marca prestigiosa francesa. A partir de 2020, la línea llevará mi nombre y apellido. Viajo a París a firmar el acuerdo de confidencialidad y ya he recibido la carta de la marca para crear nuevos colores de base, nuevas temporadas.
Voy a crear anualmente, cuatro colecciones, primavera, verano, otoño e invierno, para que el público pueda disfrutar de lo que yo visualizo, soy muy ‘fashion victim’. Me encantan los colores, la moda, me leo todas las revistas. A mí me gusta leer todo porque ver lo malo también es bueno y así se puede disfrutar de lo bueno. Disfruto de la moda y voy a unir en mis colecciones lo que pueda venir de tendencia con colores, con textura, sacarlo en paletas para que la mujer pueda llevar un poco de esa belleza de la moda con mi nombre.
¿Qué tendencias vienen de maquillaje para primavera – verano? ¿Cuáles son los trucos de maquillaje que empleas?
Las tendencias de primavera-verano son los polvos bronceantes mate y satinados. Pieles muy bronceadas, mucho brillo en la piel. El color de la temporada es el coral, un salmón muy fuerte un poco fluorescente. Se lleva en los labios, en las paletas de sombras. El coral en pieles satinadas es la tendencia.
¿Cómo se define David Deibis en 3 palabras?
¡Es muy complicado, es la peor pregunta! Soy muy estricto, soy muy vulnerable, porque lo que me gusta hoy, mañana me deja de gustar y lo que no me gustaba, ahora me gusta. Soy muy apasionado porque tengo pasión por todo, por mi vida familiar, por la comida, por todo lo que hago. La pasión siempre la tengo que controlar, porque soy escorpión y soy impulsivo. Mi marido dice que siempre tengo que tener la última palabra y reflexiono y digo sí, es verdad.
Sigo tu revista de hace tiempo gracias a mi amigo venezolano Raúl Olivo. No había tenido el placer de tocarla, porque soy muy visual. Sé que es una revista en la que tienes muchos números por delante, es un proyecto interesante, tienes un mundo grande que hay que ir reciclándolo, renovándolo, evolucionándolo, pero hasta donde estás, ahora mismo, es maravilloso.
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