En esta vida hay grandes placeres que a la mayoría de las personas les suele gustar como el chocolate, un buen jamón ibérico o explotar el papel de burbujas. Y dentro de estos grandes placeres está, como no, el sexo.

Cada persona vive la sexualidad de una forma distinta, con sus preferencias y sus gustos, todos ellos aceptables. Pero, ¿qué ocurre cuando el sexo no te llama la atención? Estamos hablando de la asexualidad.

La asexualidad se entiende como la falta de orientación sexual, ya que las personas asexuales no sienten atracción física ni sexual hacia ningún género ni tipo de persona. Esto no tiene nada que ver con la abstinencia o el celibato, ya que, en estos últimos casos, es la persona la que decide no mantener relaciones sexuales.

Se suele decir que las personas asexuales se están perdiendo lo mejor de la vida al no practicar sexo. Sin embargo, estas personas son felices así, ya que no tienen ningún tipo de necesidad sexual que cubrir.

No obstante, esto no quiere decir que las personas asexuales no sienten amor por otras personas. Las personas asexuales se enamoran como cualquier otra, pero su interés es meramente romántico, pudiendo ser o bien por el carácter o por alguna cualidad fuera del plano físico de la otra persona.

Además, las personas asexuales pueden llegar a mantener relaciones sexuales con su pareja ya sea por complacerla o bien por el mero hecho de procrear, a pesar de no tener ningún instinto sexual.

En el mundo, se estima que aproximadamente un 3% de la población es asexual. Una cifra que parece baja hasta que la comparas con la prevalencia de la homosexualidad (4%) y te das cuenta de que no es tan raro.

El problema viene cuando se les estigmatiza, ya que el sexo, aunque aún sea un tema tabú en muchas partes del mundo, parece una parte obligatoria de la vida, creyendo incluso que una pareja sin sexo no es una pareja, sino que es simplemente amistad.

En España, se ha creado recientemente una asociación (ACEs, Asexuality Community España) para dar visibilidad y crear un ambiente de respeto y dignidad entorno a las personas asexuales, con plena independencia de su no orientación sexual.