Pensamientos + emociones, es = a nuestra capacidad de atracción

Nuestra capacidad de atracción

Mens sana in Corpore sano

Todos nos levantamos por la mañana con el deseo de ser más rico, de estar más saludable, de estar más conectado con los demás y con el universo que nos rodea.

Todos deseamos evolucionar, todos deseamos la riqueza espiritual y material, pero pocos de nosotros conseguimos atraerla a nuestra vida.

¿Eso quiere decir que la Ley de Atracción no funciona? O eso significa ¿Qué nosotros estamos interfiriendo con nuestro poder de atracción?

En realidad, todo lo que tenemos en nuestra vida, dinero, trabajo, pareja, redes sociales, salud y espiritualidad, lo hemos atraído.

Todo lo que tenemos en nuestra vida lo manifestamos a partir de nuestro estado interior y de nuestra capacidad de atracción. Nuestro poder de atracción puede estar paralizado por 4 hábitos. En este artículo me gustaría haceros una pequeña presentación de costumbres que sabotean nuestro poder de atracción.

PENSAMIENTOS + EMOCIONES = NUESTRA CAPACIDAD DE ATRACCIÓN

Nuestros pensamientos son generados por nuestra mente.

Es el “motor de esta y la que compone nuestros pensamientos”.

Si colocamos electroterapia o un encefalograma a un ser humano podemos medir la actividad eléctrica del cerebro cuando uno está reflexionando.

Así que nuestros pensamientos son pulsaciones eléctricas. De manera complementaria nuestras emociones son magnéticas.

¿Os ha pasado alguna vez entrar en algún lugar, y de repente, en unos segundos, estar atraído o rechazado por alguna persona?, es decir, sin hablar con ella ya opera una atracción, un rechazo de este individuo.

¿Os habéis preguntado de donde vienen las emociones? Si habéis estudiado la medicina china sabéis que nuestras emociones provienen de nuestros órganos, de nuestro cuerpo. Por ejemplo, los pulmones están relacionados con la tristeza, los riñones con el miedo, el hígado con la ira, etc…

Si sumamos nuestros pensamientos y emociones tenemos nuestro campo electromagnético. Y es el que va a crear nuestra fuerza de atracción. Imagina una persona deprimida con pensamientos y emociones “negativas”, ¿Qué tipo de personas, eventos, oportunidades, va a atraer esta persona en su vida?

Va a atraer personas, eventos u oportunidades que reflejan su estado interior. De hecho, ¿os apetece hacer negocios con una persona deprimida? Ahora al revés, imagina una persona con pensamientos y emociones “positivas”, seguramente solo al pensar en ella ya te haga sonreír.

Y seguramente te interesará relacionarte con esta persona. ¿Qué tipo de personas, eventos, y de oportunidades va a atraer una persona que tiene emociones y pensamientos positivos?

Puedes ver que, gracias a esta experiencia, nosotros atraemos lo que refleja nuestro estado interno. Así nuestro poder de atracción es la suma cuantitativa y cualitativa de nuestras emociones y pensamientos.