En los últimos años, el auge del enoturismo ha aumentado como alternativa a las típicas vacaciones a la playa, a las visitas a otras ciudades, a los parques de atracciones o incluso a ir de fiesta. Cada vez más sentimos la necesidad de vivir nuevas experiencias. Queremos experimentar nuevas sensaciones. Y quizás el enoturismo sea una buena elección.
Es una apuesta por lo diferente, una inquietud por probar las texturas de diferentes vinos. Nada mejor que deleitarnos con el olor de los viñedos mientras nos alojamos en los mejores hoteles.
¿Cuál es la mejor época para hacer enoturismo?
Es cierto que no existen meses precisos para disfrutar de esta aventura. Sin embargo, lo más acertado sería en verano y otoño, ya que se puede vivir con plenitud este maravilloso momento. Ahora es tiempo de vendimia, y puede ser el momento ideal para descubrir la magia del enoturismo.
¿Cuál es el perfil del enoturista?
En la mayoría de los casos, estos viajes suelen hacerse en pareja o con amigos especiales. Podemos elegir los alojamientos junto con las rutas o catas de vino. El perfil suele rondar entre los 46 a 65 años, principalmente personas entendidas en la materia, aunque hay personas aficionadas a las que también les gusta o que simplemente quieren disfrutar de un ambiente relajado.
Una vez conocido el perfil, hemos investigado un poco más sobre ellos, y hemos descubierto que al 84% les gustan las visitas a bodegas, el 56 % disfruta de la gastronomía local y al 54 % les apasiona la degustación de vinos.
¿Por qué hacer turismo enológico?
Esta experiencia nos permite conocer más del mundo de la enología, ampliar nuestro conocimiento sobre las catas de vino, las texturas, conocer la filosofía que sigue la bodega que hemos decidido visitar y, sobre todo, es una magnífica oportunidad de conocer nuevas sensaciones a través de la naturaleza. Qué hay mejor que poder disfrutar de una maravillosa experiencia con una copa de vino en la mano. ¡Vive la magia del enoturismo!