A veces resulta difícil mantener la calma. De hecho, en casa, en familia, en el trabajo o en la vida cotidiana, muchas situaciones estresantes o imprevistas empujan a las personas a perder el control. Cuando nos enfrentamos al miedo o la ira, a menudo perdemos la compostura. Haz click aquí para descubrir soluciones efectivas y recreativas que te ayudarán a mantener la calma en momentos desafiantes.
La pérdida de la calma se define por una falta de control; nuestro cuerpo parece escaparse. Las palabras y las letras van más allá de nuestros pensamientos, también es físico con signos que se sienten como palpitaciones o palpitaciones, sudoración excesiva y respiración acelerada. Los músculos pueden contraerse con tensión en varias partes del cuerpo.
Trabaja en tus emociones para mantener la calma.
Perder la calma es una forma de dejarse abrumar por emociones poderosas e inesperadas que ya no puedes controlar. Sin embargo, rápidamente nos sentimos culpables por esto. Llevar un diario de tus emociones puede ayudarte a darles la bienvenida y controlarlas mejor. Escribir cómo te sientes cada día, especialmente en los momentos en los que pierdes el control, puede ayudarte a entender por qué perdiste los estribos o tuviste una discusión violenta con tu pareja.
Intenta no querer controlarlo todo.
Es recomendable estar abierto a las emociones y a los demás. Ser receptivo a todas las situaciones y saber observarlas antes de controlarlas permite mantener la calma y mantener una buena salud mental. Por el contrario, querer controlarlo y organizarlo todo puede hacerte perder los estribos ante una situación estresante o un imprevisto. Saber adaptarte en todas las circunstancias te ayudará a mantener la calma, o en todo caso, a aceptar que no puedes controlarlo todo.
El objetivo: avanzar con calma sin evitar las dificultades, pero afrontándolas con calma. Para lograrlo, recuerda cuidarte, tomarte tiempo para ti y no actuar con prisas y con la cabeza gacha, especialmente a la hora de tomar una decisión.
Reformule los pensamientos negativos para mantener la calma
Distanciarte de tus emociones y pensamientos negativos se basa en varios pilares. Una de ellas es ver el lado bueno de las cosas e intentar ser positivo en todas las circunstancias. Evitar reflexionar sobre pensamientos oscuros te ayudará a aceptar una situación difícil y seguir adelante manteniendo la calma. Este estado de ánimo, que también es útil para evitar un estado depresivo, permite limitar los conflictos y mantener a raya las palabras agresivas o la ira.
Sentir gratitud
Es muy importante saber dar las gracias a las personas que trabajan contigo o para ti, a las personas que quieres o a tus seres queridos. La gratitud es un estado de ánimo y una cualidad a cultivar. Está científicamente reconocido que dar después de recibir ayuda a resistir mejor el estrés. También es una excelente manera de mantener la calma en todas las circunstancias.
Agradecer y decirlo en voz alta calma conflictos o situaciones tensas, ayuda a restablecer la comunicación y a tener un discurso o conversación pacífica. Hoy en día olvidamos con demasiada frecuencia la gratitud por acciones consideradas “normales”.
Disfrute de la meditación para mantener la calma
Para mantenerte tranquilo y fresco, nada mejor que iniciarse en técnicas de relajación como la meditación. Gracias al trabajo de la respiración, como la coherencia cardíaca, también podrás gestionar mejor los pensamientos negativos que te asaltan. Si surge una molestia en el trabajo o en casa, cierre los ojos durante unos minutos, respire profundamente en el abdomen y luego exhale lentamente por la boca. Toma conciencia de cada parte de tu cuerpo para canalizar mejor tus emociones.
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