EL POSTPARTO
El postparto es un periodo de transición, que supone pasar de la unión íntima entre la madre y el hijo durante el embarazo a la separación y autonomía entre ambos.
Este periodo es variable y puede durar entre unos días y unos meses, en el cual, se producen cambios importantes en el plano fisiológico de la madre, en el plano emocional por la presencia de una vulnerabilidad e hipersensibilidad, y en el plano familiar en el que prima la construcción de un vínculo afectivo con el recién nacido y los nuevos roles y funciones parentales.
Para muchas madres ésta transición es maravillosa. Pero para otras es una auténtica crisis vital y una fuente de tensión que no siempre es fácil de transitar debido a las demandas del recién nacido, a la inseguridad que sienten en las funciones maternales y al deseo de cumplir con las expectativas de lo que significa ser madre.
En este sentido, muchas madres experimentan sentimientos de profundo temor a fallar, sentimientos ambivalentes hacia el bebé y culpabilidad, conflictos con otras metas profesionales o personales y tristeza en diversos grados, llegando incluso a desarrollar un cuadro de depresión postparto. Si como familiares y allegados tenemos en cuenta esto y permitimos un entorno tranquilo, íntimo y respetuoso, favoreceremos al mismo tiempo un clima saludable para la construcción de un vínculo seguro entre el bebé, la madre y el padre.
Es muy importante comprender el profundo desgaste físico que significa para la mujer la gestación, el parto y el postparto. No solo está fabricando un nuevo ser. Tiene que traerlo al mundo en un esfuerzo brutal – que es el parto – y justo después, cuando más agotada está, debe cuidar incondicionalmente de él, casi sin posibilidad de dormir.
No es sólo un esfuerzo emocional y mecánicamente físico, sino de materia prima y nutrientes.
Es muy importante cuidar desde fuera a la madre para que se alimente bien:
Con fuentes de magnesio, vitamina D, omega 3, proteínas, vitaminas, sales minerales.
Todo esto lo ha gastado y debe reponerlo. Es además un apoyo esencial para prevenir o minimizar en lo posible la posibilidad de depresión postparto.
Muy comúnmente nos vamos a encontrar con que la madre está sufriendo anemia, tiene la vitamina D muy baja, se encuentra extenuada… le faltan proteínas y no solo hierro para producir nuevos hematíes. No tiene magnesio para producir ATP (la moneda de energía) ni para que se produzca la cascada de neurotransmisores hacia la serotonina.
Un entorno de acompañamiento, seguridad y cuidados son esenciales en estos momentos en su vida.
Marta de la Peña – Psicóloga
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